A las 10 de la mañana con una helada estupenda, la decisión de volar una rato, tomó la suficiente fuerza, como para convertirse en realidad. Durante once kilómetros sentí como el aire frío me golpeaba el pecho enfriando la ropa, pero el deslumbrante sol me dio ánimos para completar el recorrido.
Creo que fue una buena manera de bajar la cena de Navidad, y preparar el cuerpo para la comida.
He de decir de paso que el cuerpo no hizo caso a la cabeza, pues de haber sido así no hubiera corrido ni un kilómetro, pero bueno eso suele ser algo habitual muchos días.
A ver que pasa mañana, espero que la fuerza me acompañe para planear otro rato.
Investing in Stocks
Hace 5 semanas
Pues nada, amigo... Que mañana tengas un buen vuelo y.... abrígate...!!
ResponderEliminarA un tipo tan constante como tú no creo que la fuerza lo abandone nunca, así que no te preocupes demasiado; creo que tendrás fuerza para planear durante muchos días; un abrazo, campeón y a seguir así de bien; nos leemos.
ResponderEliminar